Un reciente estudio llevado a cabo por la Institución de Ingeniería y Tecnología del Reino Unido (IET) demuestra que el almacenamiento online de datos innecesarios contribuye a aumentar nuestra huella de carbono.
El “dirty data” o “datos sucios”, como se conoce a emails, fotos o vídeos innecesarios, son datos acumulados en servidores de todo el mundo a los que no se les da ningún tipo de uso. El almacenamiento de este tipo de datos produce actualmente una huella de carbono similar a la de la industria aeronáutica.
Dicho estudio estima que cada adulto del Reino Unido realiza de media unas 900 fotos anuales. Además, por cada fotografía que se publica en redes sociales se realizan cinco fotos de promedio. No sólo las fotografías contribuyen al aumento de datos sucios, también lo hacen la transmisión de datos innecesarios o el almacenamiento de correos electrónicos y mensajes. Como consecuencia, el volumen de datos sucios almacenados equivale a 10,6 Kg de emisiones de carbono por persona al año. Si lo comparamos con la industria aeronáutica, el total de datos sucios producidos en el Reino Unido equivaldría a 112.500 vuelos intercontinentales entre el Reino Unido y Australia.
La tendencia actual en el consumo de datos a nivel mundial no para de aumentar y en correlación también lo está haciendo la creación de datos innecesarios. Este mismo estudio podría ser extrapolable a España, por lo que deberíamos de hacernos una serie de preguntas sobre nuestro consumo digital.
¿Cómo podemos ser más sostenibles con nuestro consumo digital?
Las conclusiones del estudio indican que para llevar una vida online sostenible recomiendan una serie de acciones como:
- Eliminar correos electrónicos y fotos no deseadas.
- Limitar el uso de las funciones automatizadas como responder a todos en los correos.
- Desactivar la reproducción automática de podcasts y servicios de transmisión digital.
- Desactivar los vídeos en las retransmisiones cuando no sea necesario.
Podemos decir que, si Internet fuese un país como tal, sería el sexto más contaminante del mundo. Actualmente los centros de almacenamiento no paran de aumentar su tamaño para poder almacenar mayor cantidad de datos. Lo que conlleva más costes energéticos para su funcionamiento y refrigeración de los servidores.
Incluso cada búsqueda online en Google libera al medio ambiente 0,2 gramos de CO2. La cantidad de búsquedas simultáneas que se realizan actualmente, mil búsquedas por segundo, equivale a conducir un coche de combustión interna una distancia de un kilómetro. Además, tendencias online cómo el boom de las emisiones en streaming de vídeo también han favorecido a un aumento del volumen de datos de forma exponencial.
Pequeñas acciones en nuestro consumo tecnológico cotidiano online y offline contribuyen a ser más sostenibles. Ya sea no dejar la televisión o los ordenadores en stand by o tomar medidas para reducir la creación de datos sucios.
¿Qué acciones están realizando las empresas tecnológicas para mejorar esta situación?
Una de las principales medidas utilizadas por las empresas tecnológicas para reducir el impacto del almacenamiento de datos sucios es la utilización de energías renovables en sus instalaciones de servidores.
En el ranking de empresas la que mejor está haciendo los deberes y mejorando sus sistemas es Apple, que ya utiliza un 83% de energías renovables en sus fases de mantenimiento de datos. Le siguen en el ranking Google y Facebook. De esta forma, YouTube, la mayor plataforma de reproducción de vídeos en streaming y iTunes tienen bandera verde como plataformas online sostenibles.
En este post de Estalvi Tèrmic hemos querido mostrar cómo la tecnología y nuestro consumo digital contribuye al aumento de gases de efecto invernadero y al cambio climático. Pero también hemos querido ofrecer algunos consejos para reducir nuestra huella digital y ser más sostenibles cuando utilizamos Internet. Todo cuenta.