Suben las temperaturas y con ellas también lo hacen las ganas de tener el aire acondicionado puesto todo el día. Sin embargo, el miedo a la factura de la luz lleva a muchas familias y empresas a activarlo solo cuando es imprescindible. Pero pese al alto precio de la electricidad, es posible disfrutar del aire acondicionado sin tener que estar pendiente del gasto de luz. Tan solo hay que seguir algunos consejos.
1. Saber cuanto consume realmente el aire acondicionado
Es cierto que el aire acondicionado es uno de los electrodomésticos que más consumen, pero es aconsejable para saber exactamente qué coste supone el uso de la unidad que tengamos instalada. Basta con hacer un cálculo sencillo:
- Comprobar cuánto consume nuestro aire acondicionado. Lo más habitual es que oscile entre 600 W y 4.000 W por hora. Vamos a suponer que el nuestro consume 2.000 W a la hora.
- Convertir los vatios en kilovatios. Para ello dividimos el consumo entre 1.000. Nos quedan 2 Kw.
- Calcular las horas diarias que está en funcionamiento. Pongamos que son 8.
- Averiguar el consumo diario y mensual aproximado. Si el consumo del aparato es de 2 KW y está encendido durante 8 horas, consumirá 16 kWh al día. Es decir, 480 kWh al mes de promedio.
- Multiplicar el consumo mensual por el coste de cada kWh. Si la compañía eléctrica nos cobra un precio de 0,1638 €/kWh, el coste mensual será de unos 78,62€ sin contar impuestos.
2. Ajustar la temperatura
No tiene sentido poner el aire acondicionado a una temperatura que nos obligue a ponernos manga larga en verano. Poner el termostato alrededor de los 24-26ºC es un rango cómodo, suficiente para mantenernos frescos sin gastar demasiada energía. Y recuerda que con cada grado que reduzcas ahorras un 8% de consumo.
3. Invertir en aislamiento
Aislar ventanas y puertas con burletes o selladores ayuda a mantener la temperatura interior estable y evita la entrada de aire caliente del exterior.
4. Sacar todo el partido a las persianas y cortinas
Bloquear la entrada de luz solar directa con toldos, persianas y cortinas es una manera eficiente de mantener el interior más fresco y reducir la carga de trabajo del aire acondicionado.
5. Realizar un mantenimiento regular
La limpieza de los filtros y la revisión de posibles fugas deben llevarse a cabo de manera regular para asegurarnos de que la unidad de aire acondicionado funciona de la manera más eficiente posible.
6. Utilizar la función de ahorro de energía
La función de ahorro de energía o modo eco es tu aliado a la hora de controlar la factura de la luz en verano. Actívala para optimizar el rendimiento del equipo y reducir su consumo energético.
7. Apagar el aire acondicionado cuando no sea necesario
Si sales de casa y sabes que vas a tardar en volver, es mejor que apagues completamente el aire acondicionado. No tiene sentido enfriar una casa vacía.
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