En el post de hoy, desde Estalvi Tèrmic nos gustaría hablar sobre el uso de la biomasa como biocombustible en instalaciones térmicas de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS).
La biomasa es un concepto que suena cada vez con más fuerza, por lo que hemos decidido dedicarle este artículo de nuestro blog para explicar qué es la biomasa, de dónde procede y cómo es su producción y qué aplicaciones tiene en el ámbito de la climatización.
¿Qué es la biomasa?
La biomasa es una energía de origen orgánico que no ha sido inventada recientemente. El ser humano se ha aprovechado de la biomasa desde hace siglos, pero ¿Qué es y de dónde se obtiene la biomasa tal como la conocemos hoy en día?
De forma muy breve, podemos afirmar que la biomasa es toda aquella materia orgánica de origen vegetal o animal que puede ser utilizada como energía. De hecho, existen tres grupos o tipos de biomasa en función de su método de producción; natural, producida o residual:
La producción de biomasa natural se dará de manera que el ser humano no interfiere para nada en su proceso. En cambio, la biomasa producida se consigue mediante cultivos energéticos, es decir, plantaciones o cultivos concretos que producen biomasa para dar energía. Finalmente, la biomasa residual se obtiene mediante los residuos orgánicos procedentes de actividades humanas.
Aquí tienes algunos ejemplos de cada tipo de biomasa:
- Biomasa natural: estiércol generado por animales.
- Biomasa producida: zona de cultivos como girasoles, caña de azúcar o maíz. Se les llama cultivos energéticos, exclusivamente para obtener materiales con destino a la producción de biomasa.
- Biomasa residual: serrín y restos de la poda de árboles.
La relación entre biomasa e instalaciones térmicas
La biomasa es considerada una energía renovable, por lo que podemos utilizar este biocombustible para sistemas térmicos de calefacción y con ello conseguir reducir drásticamente las emisiones.
Aunque la biomasa conocida como leñosa (que procede de la leña) se ha utilizado como método térmico para calentar espacios durante siglos, en la actualidad el biocombustible más conocido por sus mejores propiedades es el pellet.
¿Qué son los pellets de madera?
Los pellets de madera son pequeños cilindros con un diámetro que puede variar entre 6 y 12mm y con una longitud de entre 10 y 13mm, procedentes del serrín prensado.
Las calderas de biomasa que emplean pellets como combustible son calderas totalmente automatizadas que se alimentan mediante un tornillo sin fin que toma los pellets del contenedor y los lleva hasta la zona de combustión. Estas calderas pueden llegar a un rendimiento del 90%, y además disponen de un nivel de contaminación muy reducido. Tanto es así que en ocasiones se las considera como de emisión neutra, pues los gases emitidos de la biomasa en una caldera no son superiores a los gases que esta misma biomasa emitiría durante du descomposición en el medio natural.
También existen las estufas de pellets. Su invención es de 1742 por Benjamin Franklin. Las estufas actuales pueden ser de biocombustión o policombustión y pueden llegar a ofrecer elevados rendimientos de entre el 70 y el 80%. Pueden ser de fundición o de acer, siendo este último el que ofrece un calentamiento más rápido, aunque las de fundición conservan mejor el calor.
Normativa vigente para instalaciones con biomasa
La instalación de un sistema de extracción de humos para este tipo de instalaciones debe basarse en la normativa UNI 9615 y UNI 10683. Las conducciones deberán estar formadas por: Humero (conducto que conduce los humos hacia el exterior), un sombrerete que permite expulsar los humos y un canal de humos que conecta el generador con el humero.
Mucho se habla sobre la implantación de energías renovables en nuestro día a día para mejor nuestra atmósfera y tratar de frenar los devastadores efectos del cambio climático. Por ello, el uso de biocombustibles como la biomasa en instalaciones térmicas es un paso de gigante para reducir el impacto medioambiental en hogares, comunidades de vecinos, edificios públicos y la industria.