En el post de hoy nos volvemos a adentrar en el maravilloso mundo de la energía solar térmica y las placas solares. Para entender un poco más su funcionamiento debemos saber que el Sol es una gran bola incandescente que emite radiación electromagnética pudiendo dar una potencia de 400.000 millones de billones de kW.
La reacción que se genera en el Sol produciendo fusiones continúas transformando cuatro núcleos de hidrógeno en un núcleo de helio.
La autorregulación de las fusiones nucleares permite garantizar la emisión de energía constante en el tiempo. Sabemos que la energía emitida por el sol se hace mediante radiación y antes de entrar en la atmósfera dicha radiación tiene una potencia determinada que, una vez entrada en el sistema terrestre, se ve disminuida obteniendo unos valores de potencia de 1.000 W/m2 aunque pueden verse reducidos en el caso de un clima nublado.
Sistemas de aprovechamiento de la energía solar
Se dice que un sistema pasivo es aquel que no necesita de fuente de energía externa y se vale de elementos integrados en edificios. como ejemplo de sistemas pasivos podemos decir que son; ventanas, claraboyas, superficies reflectantes.
Pero un sistema activo estará dotado de equipos técnicos, con medios para captar, convertir, transportar y utilizar la energía solar, como los paneles fotovoltaicos y térmicos.
Recordamos que los paneles fotovoltaicos son aquellos que convierten directamente la energía solar en energía eléctrica, mientras que los paneles térmicos transforman la energía solar en calor.
De estos últimos (paneles térmicos), existen dos tipos; paneles térmicos de alta temperatura y paneles térmicos de baja temperatura.
Tipos de paneles solares
Los paneles térmicos de alta temperatura contienen espejos para poder concentrar los rayos solares.
Los paneles de baja temperatura están formados por absorbentes. Este tipo de instalación se utiliza para la producción de agua caliente sanitaria y calefacción, y puede ser dividido en;
- Pueden ser paneles de líquido sin protección.
- O paneles de líquido con protección.
- Paneles de líquido con tubos de vacío.
- Paneles de aire en caja.
Otra parte importante en este tipo de instalaciones es la acumulación de dicha energía, dado que no siempre tendremos disponible la energía del sol, como por ejemplo durante las horas nocturnas o bien, un día nublado o lluvioso. Por ello, es necesario instalar un depósito de acumulación de energía solar.
Acumuladores de energía solar
Existen muchos tipos de acumuladores como los depósitos con cámara, que tienen en la superficie lateral una cámara por donde circula el fluido. Este tipo de depósito se instala en instalaciones pequeñas. También podemos instalar un depósito con serpentín. En este último (depósito con serpentín) puede ser con un serpentín solo o bien, con dos serpentines, cuya eficacia será mayor.