En el post de hoy hemos querido hablar sobre el clima inusual que ha estado y está recorriendo por toda Europa.
En el pasado mes de febrero se registraron temperaturas de hasta 17ºC en países nórdicos como Suecia, donde la temperatura media durante el mes de febrero suele ser mucho más fría. Este cambio de clima tan radical ha provocado el deshielo temprano y la sensación de una primavera o pre-primavera temprana. De hecho, en la base de datos meteorológicos de Suecia nunca han registrado temperaturas tan altas para el mes de febrero.
Otros países europeos como Polonia, Eslovenia o Eslovaquia han registrado también un récord de temperaturas altas en el mismo periodo de febrero. Después de haber recibido una ola de frío que mantuvo a media España congelada (y parte de Europa), en pocas semanas la temperatura de buena parte del continente ha ido aumentando hasta alcanzar temperaturas récord incluso en el Ártico, cerca del polo norte y Groenlandia.
Los cambios bruscos de temperatura ya no son una rareza
Es cierto que durante el año 2019 también cruzó una ola cálida por nuestro continente e incrementó los niveles del mercurio allí por donde pasaba. Pero lo sucedido este último mes de febrero fue realmente extraño, no solo por el aumento de temperatura sino también por los cambios abruptos entre frío y calor entre el oeste y este de Europa. Mientras los buena parte de nuestros países vecinos “disfrutaban” de temperaturas cálidas, Rusia se encontraba en inmersa en temperatura realmente frías.
El Jet Stream, origen de los cambios de temperatura
Esta división de temperaturas que provoca cambios intensos viene provocada por una autopista de aire que existe en las capas altas de la atmósfera y cuyos vientos pueden superar los 400 kilómetros por hora y que se conoce como corriente en chorro o jet stream. Se encuentra donde confluye el aire cálido que asciende desde el sur con el frío que desciende del polo.
Aunque habitualmente esta corrente de aire se mueve de oeste a este, de vez en cuando provoca oscilaciones que se vuelven extremas y encapsula por un lado el aire frío y por el otro los aires procedentes del trópico. Esto ha provocado recientemente que Europa alcance temperaturas muy altas para el mes febrero y Rusia se haya visto afectada por temperatura más gélidas de lo que es habitual.
Estas oscilaciones en el jet stream son cada vez mayores, provocando una desestabilización del clima y a su vez alterando los microsistemas climáticos de cada zona. El equilibrio del clima cada vez es más frágil y susceptible a cambios radicales que provocan que la temperatura cada año aumente. El cambio climático es real y cada vez notaremos más su efecto en temperaturas extremas o fenómenos extraños que ya vienen siendo habituales.