Adelantándose al cumplimiento de los compromisos europeos con el fin de alcanzar la neutralidad en emisiones para el año 2050, siete centrales térmicas de carbón han cerrado sus puertas tras finalizar el periodo de vigencia del Plan Nacional Transitorio (PNT). Dicho plan autorizaba el funcionamiento de las centrales térmicas de carbón hasta el pasado 30 de junio de 2020 sin necesidad de cumplir con los límites de emisiones determinados por las normativas europeas.
Crónica de un cierre anunciado
Tras el cierre de estas siete centrales térmicas de carbón, se espera que próximamente hagan lo mismo cinco centrales más, por lo que solamente quedarán operativas tres de las quince centrales térmicas de carbón que existen en España en la actualidad. La mayor parte de ellas empezar a funcionar con carbón autóctono y con el paso del tiempo han ido dependiendo de las importaciones.
Las nuevas normativas europeas, con el foco central en el Acuerdo de París, recogían la necesidad de realizar ciertas inversiones para reducir la contaminación, pero finalmente las compañías han optado por el desmantelamiento de sus centrales térmicas. Además, las grandes corporaciones están pivotando hacia las energías limpias y el carbón es precisamente la materia prima más contaminante. El reclamo social en la lucha contra el cambio climático y los elevados precios en el mercado energético han sido sin duda otros de los factores que han desembocado en la decisión del cierre de las centrales de carbón.
¿Por qué es tan importante el cierre de centrales de carbón?
Considerando la dirección que están tomando los países miembros de la UE en materia de transición hacia la potenciación del uso de energías renovables, el cierre de las antiguas centrales térmicas de combustibles fósiles era inevitable.
El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) ha demostrado en numerosos estudios el impacto en la salud de las personas que produce la quema de carbón, demostrando que las sustancias desprendidas pueden haber causado hasta 1.500 muertes prematuras en España a lo largo de un año.
Este cambio, también ha surgido tras observar los últimos tres años en la producción de electricidad mediante carbón. Hace tres años, el 15% de la producción de electricidad procedía de esta fuente de energía. Sorprendentemente, el año pasado solo se llegó al 5% de la producción, pero para este año 2020 se ha seguido bajando hasta llegar el 2%.
¿Qué mejoras podremos notar?
El cierre de estas centrales supone un avance muy importante tanto para el país como para las empresas energéticas. A su vez, los ciudadanos tendremos un aire más puro y también lo notaremos en la factura de la luz.
La factura de luz será un poco más baja, dado que el precio del carbón es caro y supone un 35% de aumento en el importe del recibo. Ahora que estas centrales están cerradas y en un futuro inmediato se irán cerrando las que quedan, lo veremos reflejado en nuestros bolsillos.
En Estalvi Tèrmic sabemos lo importante que es realizar lo antes posible una transición hacia las energías renovables. Por ello apostamos por una economía sostenible y un planeta más verde en el que todos debemos actuar para hacer frente al cambio climático. Puedes ponerte en contacto con nosotros si deseas resolver tus dudas acerca del consumo energético de tu vivienda, comunidad de vecinos o propiedad comercial.