En el artículo de hoy mencionaremos la importancia de seguir implantando mejoras en el sector energético y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente tras la inmensa reducción registrada durante el periodo de confinamiento causado por la pandemia del coronavirus Covid-19.
La Agencia Internacional de la Energía y su visión sobre el repunte de emisiones
A pesar de haberse registrada una bajada mundial en las emisiones, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de la necesidad de prevenir el aumento drástico en emisiones que se está teniendo en los países tras estos últimos meses de confinamiento.
Dicha advertencia nos indica, además, que solamente disponemos de 6 meses para cambiar el curso de la crisis climática y con ello prevenir un repunto de los gases de efecto invernadero que nos podría llevar a una catástrofe climática mayor de la que vivimos ahora.
Faith Birol, director ejecutivo de la AIE y uno de los mejores expertos en cambio climático del mundo, asegura que “este año es el último año que tenemos para poder frenar el repunte enorme de emisiones” antes de que sea demasiado tarde para revertir sus consecuencias.
Distribución de inversiones en la economía tras la pandemia
Si bien es cierto que los gobiernos están planeando gastarse alrededor de 9 mil millones de dólares a nivel global durante los próximos meses para rescatar las economías tras la crisis sanitaria, este estímulo monetario creará un paquete que determinará la forma de la economía global para dentro de los siguientes 3 años. Según Birol, durante este tiempo las emisiones deberían disminuir de forma brusca y permanentemente, o los objetivos climáticos estarán fuera de las perspectivas acordadas. Por ello, los 3 años siguientes determinarán el curso de los próximos 30 años en materia climática.
El ejemplo es el siguiente; si ahora volvemos a emitir grandes cantidades de gases contaminantes a la atmósfera -igual o más que antes de la crisis sanitaria-, el repunte de emisiones será muy difícil disminuir las concentraciones en un futuro.
En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía publicó el pasado jueves un informe sobre los objetivos globales en análisis de energía. Siendo el primer objetivo un plan de recuperación verde, centrándose en la optimización de generación y consumo de energía. Para ello, se menciona que la energía solar y eólica deberán ser el foco principal juntamente con las mejoras en los sistemas y la modernización de las redes eléctricas.
Inyección de ayudas para la economía verde sin emisiones
Finalmente, también es necesario pensar en crear más puestos de trabajo en aquellos países que tras la crisis sanitaria se han visto muy afectados por el desempleo. Es necesario crear trabajos verdes como en el sector de la modernización de edificios con paneles solares, la construcción de parques eólicos y otros puestos en empresas “siempre con un impacto ambiental bajo”. Este tipo de acciones no solo ayudan a la economía, sino que además invierten el dinero público en una economía más efectiva y que mejora que la economía hasta ahora basada en altas emisiones de gases contaminantes.