La bomba de calor es un sistema cada vez más utilizado, que aprovecha la energía ambiente para contribuir al confort térmico y al aporte de ACS. Esta aprovecha el calor latente del aire para, mediante el circuito térmico del sistema, conseguir cantidades importantes de energía térmica con un pequeño gasto eléctrico. Esta alta eficiencia energética y la inagotabilidad del calor latente del aire, hace que en muchos casos la aerotermia sea considerada como una fuente de energía renovable
Sistema de aerotermia y ACS
Para entender cómo la aerotermia es capaz de extraer el calor del aire para tener agua caliente, debemos comprender su funcionamiento. Mediante el evaporador, la bomba de calor recoge el calor latente del exterior y lo traslada a un refrigerante. El refrigerante atraviesa un compresor, que hace que aumente su temperatura para después cederla en el condensador. Finalmente, el ciclo se reinicia cuando el refrigerante atraviesa la válvula de expansión y vuelve al evaporador. Debemos mencionar en este punto que la aerotermia es también reversible.
En el caso de las bombas de calor para agua caliente sanitaria, el calor cedido en el condensador es trasladado al agua mediante un intercambiador. El agua caliente es finalmente almacenada en un acumulador que mantiene el agua lista para su uso durante unas horas antes de que se enfríe. A esto se le conoce como una bomba de calor aire-agua.
No solo ACS
También es importante saber que la instalación de un sistema de aerotermia para generar agua caliente tiene más oportunidades que únicamente la de abastecer el agua caliente sanitaria. El agua caliente generada por una bomba de calor puede ser utilizada también para diversos sistemas de calefacción eficientes de baja temperatura. Entre ellos se encuentran los sistemas de radiadores de baja temperatura o los sistemas de suelo radiante. Estas son formas de calefacción que combinan a la perfección con el circuito de la bomba de calor, y que, si estáis pensando en instalar, quizá sea interesante estudiarlas.
Cumplimiento de CTE DB HE4
La Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, regula el cálculo de la energía de las bombas de calor como energía renovable, ya que no toda la energía de estos sistemas está considerada como tal. Los fabricantes aportan el valor del rendimiento estacionario (SPF) determinado en función de la norma UNE EN 16147:2011 para el caso del ACS (y a partir de la norma UNE EN 14825:2012 para calefacción), y validado por la etiqueta energética y la declaración de conformidad CE.
En caso de que no se dispongan de los valores estacionarios, el Ministerio de Energía establece, a través del IDAE, un método de cálculo a partir del rendimiento en forma de COP nominal, del Factor de Ponderación (en función de la zona climática y del Factor de Corrección), en función de la temperatura de distribución y la temperatura para la que se ha obtenido el COP de ensayo. Multiplicando los tres factores se obtienen también los valores SPF del rendimiento estacionario.
¿Será, por tanto, renovable?
Para comprobar que el sistema es renovable, el valor SPF deberá ser superior a 2,5. Finalmente, una vez se han comprobado los valores de rendimiento estacionario, también se deberán justificar que los valores de emisiones de CO2 y del consumo de energía primaria no renovable son iguales o inferiores a las de un sistema solar térmico con su correspondiente sistema de apoyo.
Cuando se hayan comprobado estos aspectos, se podrá considerar que el sistema de bomba de calor para ACS cumple con los requisitos de aporte mínimo de energía renovable regulados por el CTE DB HE4.